Llámanos
las 24 horas al
610 783 220
Por tu salud, aplicamos protocolos anti covid19.
Infórmate
Los opioides son una de las drogas más abusadas. El Tramadol es uno de ellos, pero a diferencia de los opiáceos tradicionales, no deriva de fuentes naturales ni está relacionado con los opioides químicamente.
Este analgésico se administra para tratar el dolor crónico, el dolor después de una intervención quirúrgica o para paliar enfermedades severas como el cáncer. Actúa sobre las células nerviosas de la médula espinal y del cerebro, de manera que alivia el dolor y aumentan los niveles de noradrenalina y serotonina para generar un efecto de bienestar.
Las personas consumidoras de estas sustancias experimentan estimulación, euforia, desinhibición y felicidad. Aún así, los efectos negativos son peligrosos. Entre ellos destacan las convulsiones, sequedad de boca, ansiedad, pérdida del apetito o picazón; pero sobre todo los problemas de respiración durante las primeras horas del consumo o al aumentar las dosis, ya que pueden desembocar en un coma.
El Tramadol puede ser adictivo, especialmente cuando su uso es prolongado, pero tiene una baja toxicidad en relación con la dosis. Por lo tanto, ciertas combinaciones pueden ser seguras también en dosis no muy elevadas. Aún así, aumentan el riesgo potencial de muerte. En especial:
La combinación de estas sustancias también puede desembocar en sobredosis, teniendo como resultado piel pálida, fría y húmeda; uñas o labios azulados, vómitos, pérdida del habla y ritmo cardíaco y respiratorio cada vez más lentos.
Existe salida, siempre
Para superar esta adicción, es imprescindible contar con un seguimiento médico personalizado. En CC Adicciones valoramos tu situación y te asesoramos sobre el tratamiento a seguir.